Como si fuera mentira, te encastraste de una forma tan perfecta... tan para mi. Que en tan pocos días resuelvo que eras lo que buscaba. Lo que necesito. Lo que siempre necesité.
Y viniste de una forma tan desprevenida, que aún no lo logro entender. Debe ser uno de tus cuantos hechizos que me van dejando perdida.
Comeme a besos, a caricias el alma. Tan bien como lo supiste hacer el otro día. Comeme a palabras, a pensamientos, la mente. Estrujala con todo eso y enloqueceme.
Después de todo, cada día estoy más segura que este es un mundo que pertenece a los locos. Y siendo así vos, siendo así yo, encantada de pertenecer a este mundo. Y sí es así, entonces, bienvenida sea la locura... Y el amor.
Querido Cuadernito:
Hacía tiempo que no te escribía, pero hoy entre tanto desorden ordenado, vi la necesidad de hacerlo.
Sabés qué? Encontré ese alguien que en menos de cuatro días logró volarme la cabeza de do a sí. Tengo una conexión muy salada con él. Es ese, que realmente siento que hace más de una vida que extraño. Y pienso en él, a cada rato, a cada segundo de los días que vienen pasando. Es algo tan loco... y tan lindo... Es una combinación tan extraña, pero tan perfecta, que tengo miedo de embarrarla a cada palabra que digo. Pero por otro lado, es como si sintiera que ni es necesario pensar. Las palabras necesarias salen de forma natural, instantánea. Practiacmente de una forma mágica. Esas palabras perfectas que lo hacen estallar de risa, y a mi de ternura.
Él es magia. Me di cuenta que encontré lo que buscaba. O me encontró. Te das cuenta en ese instante que sabés que largarías todo por un par de minutos con él. Y lo voy a terminar largando...
Les juro que me hace volar de amor.