Seguidores

domingo, 25 de mayo de 2014

Orgulloso de quererte romper la cabeza contra la pared

Quedarme despierta me ayudo a realizarme de algo sumamente importante. De algo que estuve haciendo al revés.
Me lamento de tiempos pasados en los que me he dicho a mi misma, "fueron los peores tiempos porque no terminé muchas de las cosas que empecé" o "Fueron los peores tiempos porque me rendí". Porque no me decidía qué era lo mejor, porque no tenía tiempo, o las ganas necesarias, entre muchas otras cosas.
Hoy me doy cuenta que eso fue esencial para llegar a donde estoy ahora, porque cada vez que fallaba, me daba la cabeza contra la pared procurando encontrar que carajo era lo que hacia mal. ((Quería saber el por qué de no hallar lo que tanto quería por mas amor que le pusiera a la búsqueda. La respuesta estaba en mis ojos. Cuando fallaba era justamente que )) Buscaba el camino para mejorar.

Y eso demoró... esa cosecha. Esa respuesta a todo el sacrificio, y a todas las equivocaciones dadas a saber a tiempo. Y es lo que estoy viviendo hoy. Imbécil de no haberlo apreciado antes. Lo único que no entiendo es qué carajo hago de brazos cruzados ahora.
Claro, ingenua, esperando que vengan las cosas solas no van a venir. Nunca vinieron solas. Hora de volver a actuar y de darme la cabeza contra la pared mil veces más aunque no sea necesario. Para mi es obligatorio igual. Es lo que me ayuda a crecer

martes, 13 de mayo de 2014

Rencordando

Cuantas veces dije no por ese miedo al sí. Cuantas veces bajé la cabeza en lugar de levantarla bien alto. Cuantas veces tuve una puteada a alguien que la merecía y cerré la boca. Cuantas... cuantas. Incontables.
Quise cantar y me daba miedo lo que pudieran decir. Quise escribir, pero que no vieran lo que escribo.
Quise hablar, y siempre, el miedo a la critica me tiró una navaja directo a la espalda. Frío, asqueroso. Un nudo de impotencia que no se puede describir.

Seguramente no sea la única, que moldeó su alma para poder encajar en ese rompecabezas de boludos. Lo que rescato es que cada vez que lo hice, me di cuenta de lo más importante. Que no sirve para nada.
Uno tiene que ser uno y mandar el resto a la puta que lo parió.

Después de un tiempo te das cuenta que eso del querer, es delicado. Porque cuanta más gente te quiera, más gente va a encontrar algo para odiarte. Pero no hay que dar bola. Hay que enfocarse en lo importante. y animarse a hacer lo que salga desde adentro. Total, siempre va a haber alguien para la mala critica, y por supuesto, y por suerte, alguien que te de para adelante!