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jueves, 30 de julio de 2015

Pedazos de nada*

* Fragmentos que quedaron estancados, vamos a sacarlos a la luz en un momento de crisis.

Una simple pregunta: ¿Se puede dejar a alguien feliz siendo totalmente sincero?

Pensé toda mi vida que sí, y siempre luché por ser lo más autentica y transparente posible. Pero me temo que no es así. La verdad y la felicidad generalmente no van de la mano. Me duele reconocerlo, pero a la hora de "aconsejar" a alguien, si uno dice la verdad, parece que lo van a matar.
Uno tiene que aconsejar, usualmente, pensando lo que le gustaría al otro que le digan. Es triste, porque uno aconseja de manera tajante a veces por el bien del otro, para que no se encuentre con la misma piedra otra vez... pero no. No hacen caso. Cuando sucede esto, piensan que no los entendemos, que somos lo más insensibles que hay. Si les decimos que hay que hacer algo que duele, somos insensibles. No importa si es por el bien de ellos. Ni importa si es porque los queremos ver bien a la larga.

No. No importa nada de eso.
Somos tan idiotas los humanos que hasta que no nos damos la cabeza contra la pared, no aprendemos. No hay forma. No importa que nos adviertan... es lo mismo hasta que no lo aprendemos con sangre.
Mirá que somos pelotudos, eh? Funcionamos al revés

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