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viernes, 25 de septiembre de 2015

Duele la superficie

Qué ganas de irme a la mierda. Pero bien a la mierda. A un punto de fuga del que no sepa nadie. Estar sola un rato conmigo, y solo conmigo. Ser un poco egoísta.
Me encantaría limpiar el cerebro, y que no me importe absolutamente nada. Tengo tanto pensamiento rondando por ahí que ya ni puedo saber qué significan, ni que hacer con ellos.
Basta, Florencia. Andate por ahí, no jodas más.
Te hace falta estar sola.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Era extraño. Y estaba mal lo que hacía. Pero cada vez que lo hablábamos revivía en mi una parte que estaba dormida. Y me encantaba. Esta tan mal vivir?

Capaz que vivir es eso, estar en el aire. Saberse de cosas imposibles, que en el fondo (a pesar de que todo te cante lo contrario), son posibles. Que muy, muy dentro tuyo, tenés algo que te dice que va a pasar. Nosotros somos mediocres, contando como parte de la vida el tiempo que tenemos los pies en el suelo. Eso no es vivir. Vivir es arriesgarse. Y es extraño, porque uno piensa que al momento que suceda, va a tomar la decisión de hacerlo. Pero no. Sale solo.
El verdadero riesgo sale volando del alma sin que te des cuenta. Vas 10 pasos atrás de él. Es gracioso, porque lo ves de lejos y no tenés idea cómo te lleva a arriesgar tantas cosas. Pero te divertís tanto... se disfruta tanto.
Y de pronto, caes de nuevo a la superficie. Como todo riesgo, No te avisa cuando te lleva, pero tampoco cuando te trae. Ahí es que te mirás cara a cara con él y decís... "para qué me trajiste? Yo quería estar arriba".
Y te contesta: "si vivieras todo el tiempo allá en las nubes, No tendrías idea de lo lindo que es. Me estarías pidiendo para subir aún más arriba. Y no existe".


lunes, 21 de septiembre de 2015

Agua

Espero que no te pase, esto de tener un río adentro tuyo, y que no salga ni una gota para afuera. Esto de tener una lluvia incesante en la cabeza. Y que salga el sol, de qué sirve?

Podes tenerlo todo, y no tener nada. Tener amor, pero no tenerlo. Tener paz, pero no tenerla. Que sea un caos inarreglable tu vida.
Y qué hacés con la escoba? Si no sabes ni por dónde empezar?

De que sirve la sinceridad, si cuándo la das, no la toman? Claro, yo sé. No se puede confiar en alguien así. Alguien como yo.

Porque duele la sinceridad a veces. Y de dolorosa, desconfiás. Pero aunque duele, aprendés de ella. Y aprendés así que las medias tintas en el amor no sirven.

Gracias por hacerme recordar para qué sirve sentir. Y que valen la pena todos sus matices. Los más brillantes, los más oscuros. Todos, absolutamente todos, tienen que tener
su lugar

domingo, 20 de septiembre de 2015

Mucho más grave - Mario Benedetti

Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo 
y eso en verdad no es nada extraordinario 
vos lo sabés tan objetivamente como yo. 
Sin embargo hay algo que quisiera aclararte, 
cuando digo todas las parcelas, 
no me refiero solo a esto de ahora, 
a esto de esperarte y aleluya encontrarte, 
y carajo perderte, 
y volverte a encontrar, 
y ojalá nada más. 
No me refiero a que de pronto digas, voy a llorar 
y yo con un discreto nudo en la garganta, bueno llorá. 
Y que un lindo aguacero invisible nos ampare 
y quizás por eso salga enseguida el sol. 
Ni me refiero a solo a que día tras día, 
aumente el stock de nuestras pequeñas y decisivas complicidades, 
o que yo pueda o creerme que puedo convertir mis reveses en victorias, 
o me hagas el tierno regalo de tu más reciente desesperación. 

No. 
La cosa es muchísimo más grave. 
Cuando digo todas las parcelas 
quiero decir que además de ese dulce cataclismo, 
también estas reescribiendo mi infancia, 
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes 
y los solemnes adultos las celebran, 
y vos en cambio sabés que eso no sirve. 
Quiero decir que estás rearmando mi adolescencia, 
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos, 
y vos sabés en cambio extraer de ese páramo, 
mi germen de alegría y regarlo mirándolo. 
Quiero decir que estás sacudiendo mi juventud, 
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos, 
esa sombra que nadie arrimó a su sombra, 
y vos en cambio sabés estremecerla 
hasta que empiecen a caer las hojas secas, 
y quede la armazón de mi verdad sin proezas. 
Quiero decir que estás abrazando mi madurez 
esta mezcla de estupor y experiencia, 
este extraño confín de angustia y nieve, 
esta bujía que ilumina la muerte, 
este precipicio de la pobre vida. 
Como ves es más grave, 
Muchísimo más grave, 
Porque con estas y con otras palabras, 
quiero decir que no sos tan solo, 
la querida muchacha que sos, 
sino también las espléndidas o cautelosas mujeres 
que quise o quiero. 

Porque gracias a vos he descubierto, 
(dirás que ya era hora y con razón), 
que el amor es una bahía linda y generosa, 
que se ilumina y se oscurece, 
según venga la vida, 
una bahía donde los barcos llegan y se van, 
llegan con pájaros y augurios, 
y se van con sirenas y nubarrones. 
Una bahía linda y generosa, 
Donde los barcos llegan y se van. 
Pero vos, 
Por favor, 
No te vayas

lunes, 14 de septiembre de 2015

La normalidad y los años

El mundo me muestra que no puedo creer, pero quiero creer.
Quiero olvidarme un poco de lo que es normal, y centrarme en que si se quiere, se puede.
Dicen por ahí que no hay abrazos que duren para siempre, pero yo quiero creer que hay.
Hay una sutil diferencia entre lo que vemos los jóvenes de hoy en día sobre los matrimonios de toda la vida, y los jóvenes de aquella época. Nosotros, vemos todo como un envase. Lo pensamos por cómo está acabado. Y claro, viendo el final de antemano ya pensamos... "50 años con alguien? Qué desperdicio. No aguanto ni me aguantan tanto tiempo. No creo que llegue a eso". Que parte es cierto. Pero la otra gran parte es una gran mentira.
Los jóvenes de aquella época, no tan consumistas como los de ahora, no veían al amor como un producto acabado. La vida es la que termina. El amor simplemente es algo que te acompaña en el día a día.
Envidio con mucho amor a aquellas parejas que han durado en el tiempo. Sí, debe ser un desgaste todos los malentendidos que debe haber. Las peleas y las malas rachas. Pero creo que todo se compensa si tenes a alguien al lado que con sólo mirarte, te conozca. Y que te diga en un mal día: "Hemos pasado tanto tiempo juntos, que ya conozco tus malos momentos, y todos pasaron. Este también va a pasar. Levantá la sonrisa, mostrá esos dientes, que a mi de todas las maneras me gustas. Pero así mucho más."
Debe ser lindo que alguien te centre cuando perdiste la brújula. 
Los jóvenes de ahora somos instantáneos, queremos todo en el momento, y no nos damos cuenta que muchas cosas sólo se logran con el tiempo. Sólo con el tiempo...
Perdemos muchas cosas por quedarnos sentados. Pero cuantas otras perdemos por no esperar?