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viernes, 27 de noviembre de 2015

Roller coaster, favorite ride

Asco Flor, das asco. Se siente lo malo, se siente lo bueno... hay que entenderlo. Quien vive es vulnerable, es propenso a que sus sentimientos vayan en una especie de montaña rusa. Subiendo hasta lo más alto, y bajando a toda velocidad a lo más bajo. Siempre con el corazón en la boca. La subida, qué linda la subida! Pero qué horror la bajada. Cuando se sube tan alto, por Dios, como duele caer. Duelen los brazos, y la cara de soportar el viento en contra, todo para unos segundos después encontrarte a centímetros del piso.
Duele la vida, duele un montón. Pero me vuelvo a subir, una, diez o mil veces. Como una loca de mierda que le gusta eso de vivir constantemente bajando. O constantemente subiendo, como queramos mirar.
Doy vergüenza, nunca estuve tan, pero tan entregada a un artefacto de estos. En un gran gran parque de diversiones, yo elegí esta montaña rusa para subirme incontables veces. Salvo que decida romperse, salvo que se apague o por algún motivo, la energía falle, yo me quedo acá. Hasta que me saquen, hasta lo que de. Si puedo morir de vieja, arriba de ella... contentísima. Morirme de dar todo de mí, aunque el cardiólogo me diga que no me suba... no me importa morirme de un ataque al corazón en lo más alto de ella.
No me importa, la vida quiere que la viva, quiere que la juegue. Y le pienso dar de punta. 

No sé, me importa un pito


No sé, me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa.
Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
de algún paseo por los alrededores!
Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
"¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos,
ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
como dos ángeles, y de repente,
en tirabuzón, en hoja muerta,
el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...,
aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...
la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea,
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿Verdad que no hay diferencia sustancial
entre vivir con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
la seducción de una mujer pedestre,
y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando.

- Oliverio Girondo

martes, 24 de noviembre de 2015

Esta primavera trajo consigo
Tanta vida, tanto sol
Trajo muros y desdichas
Pero también trajo amor

Esta primavera trajo conmigo
Tanto aire, tantos cambios
Trajo paraguas y sombrillas
Pero dejó agua y luz

Esta primavera trajo contigo
Tanto verde, tantas flores
Trajo su tierra y sus semillas
Y así su arbol dejó

Un arbol que no me cansaría de ver
Ni de regar, ni de abrazar
Un arbol que germinó en primavera
Y que espero, dure muchas estaciones más

En verano o en invierno
Su hoja ni se seca ni se cae
Hoja noble y de buen porte
Hoja alegre y vivaz

Vivir eterna primavera
Sin importar que estacion sea
Vivir eterna primavera
Donde sea, cuando sea
Pero con vos

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Chau Mafalda

Adiós a mi escudo por excelencia, a la que me soportó por años (casi 4, parece mentira), y sigue intacta. No sé por qué, pero sí sé que tengo la necesidad de hacerlo. Esto de dejar de esconderme... y mostrar quien soy. Sacarme el caparazón, y asumir que lo que está acá, me pertenece. 
Años estuve diciendo que usaba seudónimo para que las críticas (si las habían) fueran imparciales y certeras. Pero no, atrás de eso estaba un miedo... un miedo enorme de que me vean. Por acá me desnudé, me sinceré, me calenté y dejé palabras para descargarme, pudiendo así llenar algunos vacíos. Y a nadie le gustaría que le digan que algo que siente es estúpido, feo o simple. Pero me voy a animar...
Soy quien soy, escribo lo que escribo, siento lo que siento. Y nadie puede cambiarlo... ni siquiera yo.
Puedo decir con certeza que aún no encontré "mi verdadero yo", pero estos años me han ayudado... y sí, creo que estoy bastante más cerca de encontrarlo. Sigo siendo la misma maniática, sensible, llorona, terca y caprichosa con lo que siente. Quizá más aún que cuando empecé con esto. Pero me encanta. Pude cambiar un aspecto de mi vida que me jodió bastante durante años. Si hace 5 años me preguntaban una palabra que me definiera, hubiese contestado sin dudarlo "Introvertida".
Hoy por hoy, a la misma pregunta, mi respuesta es "Emocional".

Cuál es la diferencia? Puede que las dos sientan exactamente lo mismo. Sólo que la segunda, no tiene miedo de sacar lo que siente al mundo exterior, ni de dejarse llevar por sus emociones.
Salgo al mundo, y espero salir para no volver. No paren el mundo, no me quiero bajar. Esta vez quiero caminarlo tranquila y serenamente. Ah... Un gusto!

martes, 10 de noviembre de 2015

Palabras

Hay palabras que por más que se borren, eliminen, pisen o tapen... nunca dejarán de existir. Lo que nos dicen desde chicos, la típica frase. "Por algo tenemos dos orejas, dos ojos y una boca".
Arma de doble filo la palabra. Puede resultar ser algo conmovedor y altamente sentimental y emocional; como puede ser un cuchillo filoso y frío, incrustado directamente en la espalda. Tenemos que mirar el doble, y escuchar el doble de todo lo que decimos. Y de lo que escribimos... puf. Si tendremos que tener cuidado nosotros, los letreros. 
A los que nos gusta el papel y la lapicera, a los que nos gusta cómo suena el ruido de las teclas mientras las palabras fluyen... a nosotros, cuidado. Porque lo nuestro, incluso es peor que nada más hablarlo. Nosotros no sólo lo decimos, sino que lo dejamos plasmado para la posteridad. Para los que vengan a leerlo. No es algo que soltamos y se vuela. Es algo que queda ahí, para que después otro venga y lea, critique, odie o ame. Y para que, hablando resumidamente, use a su antojo.
Somos bravos nosotros, los letreros. (Y digo letreros, porque en mi caso en particular no me considero escritora; sería una falta de respeto. Letreros somos todos los que escribimos, pero escritores hay pocos. Y yo no soy una).
Pero digo... a todos nosotros que vivimos leyendo y escribiendo porque es algo que nos encanta, a nosotros que encontramos excelentísimas virtudes y asquerosos defectos en todo lo que veamos escrito, y en lo que escribimos... 
A nosotros, nos gusta sufrir, eh?
Nos emocionan las lágrimas. Nos emociona el enojo. Nos emociona la impotencia. 
Nosotros somos distintos. No somos los idiotas felices con la "felicidad". Somos los idiotas que sufren por todo, TODO. Pero que en cada sufrimiento, encuentran virtud. Encuentran palabras. Serán las palabras sinónimo de felicidad de los escritores? 
Maldito círculo vicioso. Ojalá que nunca termine.


domingo, 8 de noviembre de 2015

Los mejores rockanroles los vi en tu piel

Rara la vida, que me hace sentir que muchas cosas faltan, pero aún así, me hace sentir plena. Será que la felicidad se da en el camino a la recompensa, y no en la recompensa en sí misma?
Será, y creo que es.
Qué tanto empeño ponemos en llegar a...? En tener qué...? Con lo lindo que es el viaje, muchas veces no lo disfrutamos. La mayoría de las veces, hacemos borrón al camino por los sacrificios que lleva. 
Yo, hoy, decido disfrutarlo. 
Saborearlo con cada uno de mis sentidos.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Untitled

"I'm selfish, impatient and a little insecure. I
 make mistakes, I am out of control and at times hard to handle. 
But if you can't handle me at my worst, 
then you sure as hell don't deserve me at my best."
-  Marilyn Monroe

Muy bien. Resulta que me he mentido todos estos ultimos tiempos. Y hablo de años. Años queriendo ser lo que otros querían que fuera. Años estando bien como los otros quieren... pero nunca como yo quiero. Hoy digo basta. Hoy voy a recomponerme. Hoy voy a optar por quererme y que el resto del mundo se vaya a cagar. Nací sola, y moriré sola. No me queda más que aceptar mis errores y fortalecer mis virtudes. Valgo más que un día sin luz. Y voy a tener los bajones que quiera. Y voy a llorar las veces que quiera. Y a perder, y a equivocarme, diez, cien, o mil veces. Y absolutamente nadie me lo va a cuestionar. O si, que cuestionen lo que quieran. Y que me manden a la mierda las veces que quieran. Pero voy a optar porque no me importe.
Enfrentar al mundo solo, es más difícil. Pero siempre resulta más enriquecedor. Hoy voy a encender todas mis luces, una por una. Las que se han encargado de apagar, y las que apagué yo sola. 
Una a una. Hasta que encandilen y brillen como nunca.