¡qué pobre memoria es aquélla que sólo funciona hacia atrás!
Que pobre que soy, de ser esa mina que vive de recuerdos. Porque aunque no quiera, o pretenda olvidar, siempre quedan esas huellitas tuyas.. que poco tienen que ver con algo romántico realmente.Como una obsesión un poco olvidada, pero que sigue siendo parte de algo enfermo, que de a poquito atornilla la cabeza y el alma. Los motivos para olvidar existen? Si, un montón. Pero no sé todavía si son más que los que tengo para recordarte...
Me leo y pienso: ¡Qué mina enferma y cursi que soy a veces!
Enamoradiza, pelotuda, que cree que le chupa un huevo el mundo cuando en verdad todo le afecta. Soy una sensible de mierda. Y por fin, cuando aparece un loco capaz de hacerte sentir amor otra vez, volvés a pensar, sin querer. A comparar. A reír y llorar sobre situaciones que deberían estar guardadas en un cajón.
Y cuando te vas a dar cuenta que en el amor nada es comparable? Nunca Florencia, nunca te vas a dar cuenta, no? Y vas a caer como la misma idiota dos, tres, mil veces. Creyendo que el amor se puede pensar. Y caemos en el mismo asunto.. El amor que se piensa, que ya por pensarse no es amor.
Es otra cosa. Que ya no importa...
O al menos no debería importarte.