No me podía dormir y me perdí mirando al techo, tan blanco, tan liso, tan sin ganas de decirme nada. Aun así soy de quienes creen que todo dice, que todo comunica algo, aunque sea un silencio, o una quietud absoluta la que se tenga al frente.
Para que estaba ese techo? Para protegerme de la lluvia, y que pueda dormir tranquila, sin que me encandile la luz al día siguiente. Pero que silenciador tan espantoso! Este techo, me impedia contemplar las estrellas, ver la inmensidad del cielo. Me impedia pensar.
Y sí, aquel que piensa en que el techo no le dice nada, se aburre y se duerme. Se pierde de lo hermoso por no ver un poco más allá de lo aparente.
La vida se nos desvanece así también... por quedarnos con lo primero, con lo más fácil, a veces nos perdemos lo más importante. Lo más hermoso también, a veces lo más valioso.
Salimos a comer con un amigo, y no soltamos los celulares. No nos tomamos ni unos minutos a veces para contemplar lo lindo, para disfrutar de la cena y reirse de verdad y no con un teclado. La computadora, la televisión también. El que se droga, el que fuma, el que toma, tambien el que tome antidepresivos y ansioliticos a mansalva. Todos ellos, todos, se evaden de la realidad. Toman su pequeña dosis (no importa de qué) y se la inyectan sin compasión, como si no hubiese más remedio para vivir. La gente elige no sentir. Tenes la chance de sentir las cosas como son, aunque duelan, aunque apreten, tenes la chance de vivir con una dulzura verdadera lo que es la felicidad. Y sin embargo, te inyectás tu dosis para no sentirla.
Mi generacion ha elegido no sentir, creo yo, porque ha tenido todo. Nuestra generación (los nacidos en los 90') ha experimentado lo rustico y lo tecnológico, ha tenido todo tipo de chiches y entretenimientos, ha saltado a la cuerda y ha jugado al play (en todas sus ediciones). Una generacion, nueva, de prueba, que ha experimentado de todo un poco.
Y a mi entender, tan llena de cosas que ha terminado siendo bastante vacía en otros aspectos.
De que te sirve tener tanto si no lo disfrutás? Hoy estamos, mañana no sabemos. Asi que viví.
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