Para cuando vaya cumpliendo mis metas.
Quiero no olvidar nunca quien fui,
y quien no debo ser.
Que es el destino? Te pregunté.
Me mirás, revolvés tu café. Te quedas pensando y mirando hacia arriba unos segundos. Volvés a revolver el café.
- Yo que sé que es. Es eso que creemos que debería pasarnos. Como si la vida tuviera la balanza de la justicia para todo el mundo. Creo que el destino es un invento nuestro para creer que las cosas que hacemos, tienen sentido de alguna manera.
- Yo que sé que es. Es eso que creemos que debería pasarnos. Como si la vida tuviera la balanza de la justicia para todo el mundo. Creo que el destino es un invento nuestro para creer que las cosas que hacemos, tienen sentido de alguna manera.
Mientras tanto, el café estaba siendo demasiado revuelto. Aquel no habia parado un segundo de batirlo.
-Y qué culpa tiene tu café de que no creas en el destino?
- Ninguna, ¿Por?
- Pareciera ponerte nervioso que hables en hipótesis. Que es un invento, y que creemos en ello para justificarnos nuestra manera de actuar... esas cosas que estabas diciendo.
- Ninguna, ¿Por?
- Pareciera ponerte nervioso que hables en hipótesis. Que es un invento, y que creemos en ello para justificarnos nuestra manera de actuar... esas cosas que estabas diciendo.
Se armó un silencio que habrá sido de un minuto entero. Un minuto que parecieron horas. El miraba su taza (ya había dejado de revolverla tanto) para tornarse un poco más contemplativo. Miraba su café y pensaba, vaya a saber uno en qué. Luego de la pausa, me dijo:
- Tenés razón. Me pone nervioso suponer tanto. Ver las cosas de lejos. Y me pone mas nervioso aún pensar que existe un destino para reconfortarme. Que si hago algo bien, mañana me va a volver algo bueno, y viceversa también. La gente que cree en el destino se escuda de eso. De que hay un mañana karmatico, y todos esos yuyos. Yo no lo creo asi, el tiempo para todo es hoy. No hay mañana que valga para las cosas que hiciste.
- Tenés razón. Me pone nervioso suponer tanto. Ver las cosas de lejos. Y me pone mas nervioso aún pensar que existe un destino para reconfortarme. Que si hago algo bien, mañana me va a volver algo bueno, y viceversa también. La gente que cree en el destino se escuda de eso. De que hay un mañana karmatico, y todos esos yuyos. Yo no lo creo asi, el tiempo para todo es hoy. No hay mañana que valga para las cosas que hiciste.
Luego de esta respuesta, fui yo la que quedó un poco callada. Pensando en la vida, y en todo lo que uno cree, que con los años suele disolverse como el sobrecito de alikal cuando tenés resaca. Así, instanáneamente, se disuelven algunas de las creencias que tenemos. Hasta esas que nos enaltecen y nos hacen “mejores” personas.
- Sabés que? Friamente, tenes razón. Pero es lindo creer en el destino. Yo por eso decido creer, decido tener la esperanza de que todo tiene su porqué en la vida. Estoy en un momento en que elijo creer en el destino. Sino, ¿qué sentido tiene?
- Vivirla. Ese es el sentido. No pensar tanto en los porqués. Hay muchas cosas que se hacen sin esperar nada a cambio, ¿Sabés? Hay cosas que son la recompensa en sí misma.
- Sabés que? Friamente, tenes razón. Pero es lindo creer en el destino. Yo por eso decido creer, decido tener la esperanza de que todo tiene su porqué en la vida. Estoy en un momento en que elijo creer en el destino. Sino, ¿qué sentido tiene?
- Vivirla. Ese es el sentido. No pensar tanto en los porqués. Hay muchas cosas que se hacen sin esperar nada a cambio, ¿Sabés? Hay cosas que son la recompensa en sí misma.
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