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lunes, 22 de octubre de 2012

Lunes

Esta lluvia que no para, que me da ganas de acostarme en la cama a escuchar como cae. Ese tic tac constante lleno de melancolía y ternura cuando el agua se desliza en el suelo. Escucharlo mientras me tomo un café, sueño un poco con vos, me imagino tu voz susurrándome de a puchitos palabritas lindas que sólo logran salir de tu boca. La tele prendida a mil, con mucha suerte de que no me llama la atención más que cuando alguna propaganda sube el volumen descaradamente. No me interesa, igual sigue siendo más lindo el sonido de la lluvia. Así que me concentro en ella, cierro los ojos, y logro escucharla en su totalidad. Me reduzco a pensar incluso en que estoy en un mundo en que existímos sólo ella y yo. Cada gota que cae al suelo, me hace revivir cada uno de tus abrazos, tan lindos, tan cálidos, que solo vos me sabés dar. Ver como un par de gotitas se pegan al vidrio de la ventana, de atrevidas, me recuerda a esos besitos que me robaste sin darme cuenta. Ay, la lluvia cuando cae es tan linda! Lo único que falta es que vengas vos para hacerme olvidar, incluso, de que está lloviendo acá. Y así tirar estos “te extraño” a la deriva para poder hacer salir el sol en mi cuarto de las maneras más remotas que se te puedan ocurrir.