Gracias a la vida que todo va y viene, como un boomerang infrenable, del inicio al final. Incluso, nunca deberíamos hablar de principios o finales, ya que la vida se trata de un círculo vicioso donde caen las fichas una a una, que de la misma manera, se vuelven a levantar. Y todo así, sucesivamente.
Agradezco a la vida que me ha hecho volver por las mismas puertas que una vez salí. Que me ha hecho atravesar otras que jamás imaginé que atravesaría, pero que tenía que conocer... En todas ellas, tanto de ida como de vuelta, he aprendido muchísimo. He entendido situaciones que jamás hubiese comprendido de no vivirlas en carne propia. Concluyendo, la vida es sabia, es un círculo. Para aquellos entendidos, saben que no se trata de principios ni finales, sino de vivir, en algún momento, lo que uno mismo se encarga de construir y derrumbar.
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