Niña invisible

Me levanté tarde hoy. Pero eso no fue lo que necesariamente hizo que empezara mi día re atrasada. Me doy cuenta que últimamente sueño más estando despierta, que cuando duermo. Y me quedé en mi mundo, sin darme cuenta, como por una hora. Pensando... divagando y revolviendo mi vida, como siempre. Y me puse a pensar en esos sueños que ya por mi edad quedaron atrás. Pensando en todo lo que quería cuando era una niña. Y qué imaginación que tienen los niños! Que ganas de hacer de todo, de ser astronautas, aunque acá en Uruguay no tengamos ni cohetes a pila. De ser un médico que pueda ayudar a todos los niños y personas del mundo para curar el cáncer que hace unos añitos, se llevó a tu abuelo al cielo. Sin importar los 11 años de carrera y los posgrados que llevara! De tener mil amigos, aunque muchos de ellos viste que se esfumaron en los últimos años. De tener una familia duradera, de casarte por iglesia, de creer en el amor. Aunque eso, muchas veces, ya ni se vea... Me di cuenta con la tremenda fuerza y ganas que volvería a ser una niña. No solo para distenderme de las responsabilidades que ahora aparecen, no solo para devolver un poco la inocencia al mundo. Sino para seguir soñando.
Y sobre todas las cosas, para creer en mis sueños.


Es bastante divertido hacer lo imposible.
- Walt Disney.


Quiero intentar esas cosas que todo el mundo piensa que no se pueden hacer! Incluso las que yo misma pienso que no soy capaz de realizar. Pensá. La historia que aparece en los libros se escribe por las personas que se animaron a cambiar. A agarrar por la izquierda. A hacer lo que nunca antes se hizo o creyó. A contradecir al resto. Después de todo, descubrir algo es mirar lo mismo que está viendo todo el mundo y captarlo de forma diferente!