Mirá, me siento llenamente vacía. Esa es la verdad. Mi vida se volvió un montón de cosas que creí querer y que conseguí, pero de verdad, ahora no quiero. Son mías pero no las creo mías. Ni siquiera me resumo en la posibilidad de entender cuando mi vida logró hacerme creer el cuentito de la felicidad. Donde está?
Uno se llena los bolsillos, a los ojos de los demás y aparentemente a los míos... pero no se llena el alma.
Nunca nadie más me completó de pies a cabeza."No hay nada de extraño en esto porque desde un primer momento comprendí que estábamos vinculados, que algo infinitamente perdido y distante seguía sin embargo uniéndonos"
Y la verdad es que detesto que me encante que vos me necesites. Que me des mil vueltas para buscarme, y volver a juntarnos. Juntarnos a abrazarnos, darnos besos, y hasta no sé. Andá a saber. Capaz que solo a mirarte. Acordarme de como me mirabas. Y como en ese instante se me caía el mundo, se formaba una tormenta eléctrica en mí, que hasta el día de hoy, no paró. Creí que si, pero de repente me acordé que así es el tiempo. Parece que va a permanecer soleado durante siglos. Cuando de forma espontánea, cae la lluvia y te moja. Y te cambia de un giro drástico eso que esperabas tanto
El final es suna muy buena metafora, eso nos pasa siempre. Te entiendo.
ResponderEliminarTe mando un beso, yo http://fumandohistericos.blogspot.com.ar/