No estoy para que me escondan. Ni para disimular que algo no me duele, cuando me duele. Ni para dejar de llorar cuando tengo ganas de romperme en lágrimas.
No.
No soy alguien que le guste fingir. Si quiero, tengo ovarios para querer.
Y si una herida tiene que sangrar... que sangre. No necesito cubrirla para sentirme mejor.
Bien por vos, en cualquiera de sus alternativas:
Que no te duela, que no te importe, y así esté a la vista, o
Que tengas que pretender que no te duele, y que seas capaz de superar en un soplo todo lo que sentís.
Bien. Te felicito, de veras. Me encantaría poder ser así. Eso de omitir el sentir.
Pero no, yo siento y vivo sintiendo. Y así seguiré.
Nunca me voy a arrepentir de amar. Hasta sus dolores más profundos desembocan en cosas hermosas. Dolores, errores, y esas cosas que la gente a menudo se arrepiente de hacer. Pero yo, no me arrepiento. Se lo dulce que es el amor y sus vueltas. El odio, el rencor y la intolerancia... pobre el que de eso se alimente.
Ojo, quizás sea una ignorante y vivir de esas cosas sea genial.
Pero yo vivo del amor, siempre voy a elegir vivir del amor.
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