Paz

Vaya a saber uno porqué...

Pero hoy encontré en mí algo que hacía varios días había dado por perdido. Entre el dolor, la tristeza, la inseguridad, las derrotas, el desamor;

hoy encontré un pedacito de paz.

Un pedacito de sentirme bien, contenta con esto que soy. Un pedacito que me hace creer que vos también te diste cuenta de todo. Que volviste a tu cabeza, y que no quisieras estar donde estás hoy. 

Un pedacito de mí que cree que todo lo que creyó durante meses, no fue en vano; que me dice que amar nunca es en vano, y que siempre el amor se hace sentir. 

Tiempo, lluvia, camas frías y vacíos por doquier,

pueden doler, pero a fin de cuentas acentúan el valor que tuvo todo. 

Lo lindo que podría haber sido.

Pero que ya no es.

Y estoy bien así. Hablar de completos o incompletos en este caso no corresponde... Pero estar acá, en este lugar de aprender a quererme me ha enriquecido bastante por dentro. El mundo se ve distinto, y creo que todavía puede verse mejor. Una misma es la encargada de que la vida sonría o se amargue. Por eso, estoy bastante cansada de hablar de una persona que me complete, no necesito a nadie más que a mí para estar bien. 

Por ahora estoy tratando de aprender a estar contenta con esto que soy. No son cosas que se aprendan de sopetón. Menos después de una vida de apenas conformarme con lo que he sido.

Al menos la idea está. Y sé que quiero estar sola hasta el momento en que sea capaz de hacerme cargo de eso. Quien esté, que sea para acompañarme, y no para completarme.

Yo ya estoy completa.