La vida es minúscula
Es un granito de arena
En la punta del dedo
De un señor desconocido
La vida es eso,
Que pueden elegir soplar,
Que puede a duras penas subsistir,
O volver sin más, al agua.
El dolor es mayúsculo,
Pero es efímera la vida
Casi siempre dura menos
De lo que debería.
Y nosotros,
Muchas veces mediocres,
Viviéndola como si durara
Una eternidad,
Enojándonos con la gente
Como si hubiera un siglo de perdones,
Tomando personal, y a pecho
Todas esas cuestiones que no valen ni un peso.
Ojalá un día nos demos cuenta
que tenemos el minutero colgado en el pecho.
Por qué nos empeñamos en vivir
Como si fuéramos eternos?
No te guardes cosas para “mañana”.
No dejes de decir.
No dejes de amar.
No te inmoles con lo innecesario.
No te cuestiones tanto.
Aunque suene cliché, date ese abrazo
que roza con lo ridiculo.
Que te tilden de sensiblero, de pesado,
De mimoso por demás.
Ojalá que no te queden en la boca besos para dar, ni palabras por decir.
Ojalá que tus manos estén abiertas y vacías, y no arrepentidas del cariño que no dieron.
Ojalá que tus ojos hayan visto todos los paisajes más remotos que hayan querido ver.
Y ojalá, que si no es así, lo hagas pronto.
Ojalá.