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viernes, 25 de septiembre de 2015

Duele la superficie

Qué ganas de irme a la mierda. Pero bien a la mierda. A un punto de fuga del que no sepa nadie. Estar sola un rato conmigo, y solo conmigo. Ser un poco egoísta.
Me encantaría limpiar el cerebro, y que no me importe absolutamente nada. Tengo tanto pensamiento rondando por ahí que ya ni puedo saber qué significan, ni que hacer con ellos.
Basta, Florencia. Andate por ahí, no jodas más.
Te hace falta estar sola.

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