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lunes, 23 de mayo de 2016

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 Lo peor del amor es cuando pasa, 
cuando al punto final de los finales 
no le quedan dos puntos suspensivos
-J. Sabina.



Los puntos suspensivos van al final de las oraciones, y solamente en los casos que se quiera continuar con algo referente a la misma. Nunca van al principio. Los principios son sólo principios, los finales, en cambio, son los que pueden llegar a tener un suspenso distinto, un camino diferente e incierto.
Los principios son para empezarlos con el pie derecho, al firme, sin titubear. Y a mi entender, los finales también son rígidos. O blanco, o negro. Y se deben terminar con un punto, como toda cosa que merece ser una cosa en particular, o de otra manera, ser otra cosa.
Los medios, las pausas, las dudas, las medias tintas, como sea que quieran llamarle a todo eso entre los malditos puntos suspensivos; sin ninguna duda, no son cosas que merezca el amor.

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